No hay que temer ni hay que dudar;
El Padre quiso quebrantar
A su Hijo santo y puro allí
En cruel maldita cruz por mí.
¿El Juez habrá de condenar-
Me por la deuda del pecar,
Si al Garante lo cargó
Cuando en la cruz allí murió?
Completa expiación logró,
El precio justo Jesús pagó.
Lo que su pueblo a Dios debió
Con sangre propia él canceló.
De Dios la ira no me cae
Pues para mí justicia hay
Del que su sangre derramó
Y allí mis culpas ahogó.
Mi libertad Jesús compró,
Divina ira él soportó;
La maldición legal llevó
Y la justicia vindicó.
¿Dos veces Dios demandará
La paga por mi gran maldad?
¿Me exigirá la cuenta a mí
Si su Hijo ya la cubrió por mí?
Descansa, O alma, del temor;
Los méritos del Mediador,
Justicia y sangre, sí, las dos,
Ya aplacaron al Santo Dios.
En Jesucristo confiaré,
La ira ya no temeré,
Pues él murió en mi favor
Y vive como mi intercesor.
© Don Fortner ~ usado con permiso
Melodía sugerida: "Dulce Oración"
88.88.D
English: Claiming the Merits of Christ
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